No sabía, no comprendía cuando Cristo tiernamente me llamaba, me llamaba. Pues mis ojos y mis oídos se obstruyeron por escoria del pecado. Más un día, mis ojos abrió la luz y mis oídos escucharon la dulce voz de Jesús, que me llamaba, me llamaba, me llamaba. Recibo aliento y fuerzas nuevas cuando Cristo a mi vida hoy le habla, le habla. Pues mis ojos y mis oídos lo abrió con el poder de su palabra. Más un día, mis ojos abrió la luz y mis oídos escucharon la dulce voz de Jesús, que me llamaba, me llamaba, me llamaba. Más un día, mis ojos abrió la luz y mis oídos escucharon la dulce voz de Jesús, que me llamaba, me llamaba, me llamaba, me llamaba, me llamaba...!!!
viernes, 21 de abril de 2023
EL ME LLAMABA (Beto Pérez)
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